El mundo tal y como lo conocemos ha dado un giro de 360º desde que la industria y todo lo que conlleva se ha convertido en la principal protagonista. El aumento de actividad por parte de ese sector ha sido cuantioso, pero si hay un afectado de ello, ha sido el planeta.
Estamos viendo constantemente en medios de comunicación o mediante comunicaciones de científicos de prestigio, cómo los recursos del planeta empiezan a escasear y cómo la contaminación ya está cambiando nuestro propio modo de vida. Existen una alta cantidad de producción cuyos gases no solo dañan ecosistemas enteros, sino la propia salud de las personas.
Por todo ello, es imprescindible, que si queremos seguir disfrutando del planeta y de todo lo que tiene para darnos, pongamos medios y contemplemos otras opciones que reduzcan el impacto ambiental.
Un ejemplo de ello es usar el acero inoxidable para reducir la contaminación dentro y fuera de los principales núcleos urbanos.
El problema de la contaminación
Si no frenamos el ritmo de consumo, si no reciclamos y cuidamos más los recursos de nuestros, antes de lo que pensamos empezamos a sufrir las consecuencias (si es que no lo estamos haciendo ya).
Es responsabilidad de pequeñas y grandes empresas aportar recursos y materiales reciclables que causen un mínimo impacto ambiental.
De hecho, frenar el cambio climático es uno de los objetivos de la Agenda 2030. Y en ello, no únicamente colaboran los grandes mandatarios, sino que colaboramos todos.
Acero inoxidable: el gran aliado de la naturaleza
El acero inoxidable se ha convertido en un elemento fundamental para la construcción de muchas infraestructuras. Es un material cuyas características son la maleabilidad y la resistencia a la corrosión que ofrece.
Y no solo eso: este material puede reciclarse prácticamente en su totalidad. Algo clave para el medio ambiente, y que también ayuda a la industria a reducir la cantidad de desperdicios generados.
Dadas sus propiedades, el acero puede reciclarse todas las veces necesarias sin que pierda sus propiedades.
Por todo ello, el acero inoxidable es uno de los materiales más usados en la industria actual. Sus características ya han hecho que trabajar con el metal sea una manera sencilla y fácil de cumplir con los estandartes actuales, y a la vez, cuidar de lo que más importa: la salud del medio ambiente.
El proceso de combustión
Cuando tiene lugar el proceso de combustión en un vehículo, se generan ciertos gases que no solo son malos para el medio ambiente, sino para la propia salud de las personas: tumores, enfermedades, respiraciones o, incluso, estados de depresión o ansiedad.
Para este tipo de contaminación, lo mejor es fabricar un convertidor catalítico. El elemento utilizado para fabricarlo no es otro que el acero inoxidable. Su función será la de transformar las partículas perjudiciales en partículas menos dañinas para el medio ambiente.
Es decir, se trata de transformar los residuos que no llegaron a quemarse dentro del motor antes de que lleguen a salir. De esta manera, se reduce la contaminación medioambiental.
Acero inoxidable: su contribución clave al medio ambiente
Han sido muchas las aleaciones con las que se ha probado cómo reducir el impacto negativo en el medio ambiente. Un claro ejemplo fue el acero al carbono, un elemento que no acabó dando los resultados esperados.
El motivo no es otro que, al ser usado en tubos de escape, los gases liberados hacen que se caliente demasiado y se acabe dañando en poco tiempo.
El acero inoxidable, por el contrario, es una aleación duradera que resiste al calentamiento del tubo de escape y a la corrosión que puede surgir en los silenciadores o convertidores catalíticos. Todo ello, supone un beneficio demostrado para ciudades, carreteras y, por supuesto, para el resto de la población y ecosistemas.
El acero inoxidable tiene unas propiedades que lo convierten en material estrella para la fabricación de dispositivos esenciales como el catalizador. Pero no solo eso: con este tipo de material se fabrican desde resortes, hasta sensores, juntas, tanques o limpiaparabrisas.
Muchos de estos elementos utilizan, además, aleaciones férricas que le dan esa característica propiedad de resistencia. Todo, sin renunciar a la maleabilidad y la calidad de fabricación que requiere este tipo de industria.
En Aleaciones y Fundidos trabajamos con las mejores aleaciones y los materiales de mayor calidad para que cada uno de tus proyectos, no solo tenga el resultado esperado; sino que también perdure en el tiempo.